Войти
  • Зарегистрироваться
  • Запросить новый пароль
Дебютная постановка. Том 1 Дебютная постановка. Том 1
Мертвый кролик, живой кролик Мертвый кролик, живой кролик
К себе нежно. Книга о том, как ценить и беречь себя К себе нежно. Книга о том, как ценить и беречь себя
Родная кровь Родная кровь
Форсайт Форсайт
Яма Яма
Армада Вторжения Армада Вторжения
Атомные привычки. Как приобрести хорошие привычки и избавиться от плохих Атомные привычки. Как приобрести хорошие привычки и избавиться от плохих
Дебютная постановка. Том 2 Дебютная постановка. Том 2
Совершенные Совершенные
Перестаньте угождать людям. Будьте ассертивным, перестаньте заботиться о том, что думают о вас другие, и избавьтесь от чувства вины Перестаньте угождать людям. Будьте ассертивным, перестаньте заботиться о том, что думают о вас другие, и избавьтесь от чувства вины
Травница, или Как выжить среди магов. Том 2 Травница, или Как выжить среди магов. Том 2
Категории
  • Спорт, Здоровье, Красота
  • Серьезное чтение
  • Публицистика и периодические издания
  • Знания и навыки
  • Книги по психологии
  • Зарубежная литература
  • Дом, Дача
  • Родителям
  • Психология, Мотивация
  • Хобби, Досуг
  • Бизнес-книги
  • Словари, Справочники
  • Легкое чтение
  • Религия и духовная литература
  • Детские книги
  • Учебная и научная литература
  • Подкасты
  • Периодические издания
  • Школьные учебники
  • Комиксы и манга
  • baza-knig
  • Испанский язык
  • Лили Рокс
  • Abuzador
  • Читать онлайн бесплатно

Читать онлайн Abuzador

  • Автор: Лили Рокс
  • Жанр: Испанский язык, Зарубежная психология, Иностранные языки
Размер шрифта:   15
Скачать книгу Abuzador

Capítulo 1. Mientras crees que estás loca

Desperté con un sobresalto, como si cayera al vacío. Otra vez. ¿Cuántos sueños así he tenido ya? Donde corro y el suelo desaparece. Donde alguien me sigue. Donde alguien grita, pero no entiendo las palabras, solo siento… ese ardor pegajoso, esa certeza de que hay alguien cerca. Demasiado cerca.

Me incorporé en la cama. El corazón me latía como loco, el pecho vibraba como después de una carrera. Pero no había corrido. Casi no salgo de casa. Él dice que no debería. Que no es seguro. Que el mundo se ha vuelto cruel. Que la gente es mala. Y que tengo que tener cuidado.

– ¿No dormiste otra vez? – su voz suena tranquila, incluso suave. Lo oigo en la cocina. El tintineo de la cuchara contra la taza. Lo sé: en tres minutos entrará con el café. Sin azúcar. Porque “el azúcar te altera”. Porque “después te pones nerviosa y te irritas”.

Tiene razón. A menudo estoy nerviosa. Tal vez por el azúcar. O… por intentar no equivocarme. Por mantener en mi mente todo lo que él ha dicho, todo lo que no le gusta. Cada día actualizo la carpeta mental con sus reglas.

Él entra con la taza, sonríe y me la ofrece como si nada hubiera pasado.

– Toma. Luego te cuento lo que soñé – dice, sentándose a mi lado. Su mano se posa en mi muslo —demasiado fuerte, demasiado precisa para ser un gesto de cariño. Es un ancla.

Bebo un sorbo. Amargo. Sin azúcar, como a él le gusta. Me observa mientras bebo. Sé que no dejará de mirar hasta que me termine todo. Y le dé las gracias.

– Gracias – murmuro.

Él asiente. – Así me gusta. ¿Ves? Cuando obedeces, todo está tranquilo.

Asiento. Por dentro, algo zumba. Una protesta leve, apenas perceptible. Pero la aplasto. Él tiene razón. Se preocupa por mí. Me prepara café. No grita. Hoy.

***

Estoy limpiando los estantes del salón, apretada contra el polvo, contra mi propia respiración. Ya pasé dos veces por el mueble de la tele, pero… ¿y si olvidé una esquina? No lo oigo entrar. Solo lo siento.

– ¿Esto te parece limpio? – su voz es baja. Peor que si gritara. Me sobresalto, me doy vuelta, miro donde apunta: una manchita microscópica de polvo junto al portarretratos.

– Perdón. Ahora mismo… – cojo el trapo, limpio, respiro rápido.

– ¿Te cansas cuando solo hay que hacerlo bien? Te lo he dicho: la casa debe estar en orden. ¿Es mucho pedir? – me mira como si lo hubiera traicionado. Como si lo hiciera a propósito. Siento las lágrimas subir.

Pero me contengo. No lloro. Porque él dijo: “Lloras para manipular. No lo hagas. Te veo a través.”

Se va. Oigo cómo cierra la puerta de la cocina con fuerza. Una hora después, me trae flores. Lirios. Mis favoritos. Los envuelve en una sonrisa cálida y dice:

– Sé que eres la mejor. Solo que a veces te cansas. Estoy aquí, ¿sabes? No tengas miedo.

Asiento. Y la garganta se me cierra. No de alegría. De terror, por haber vuelto a creer.

***

Él lo llama amor. Dice que su severidad es porque no sabe hacerlo de otra forma. Porque teme perderme. Porque “el mundo es demasiado sucio, y tú eres demasiado pura”.

Продолжить чтение
© 2017-2023 Baza-Knig.club
16+
  • [email protected]